VILLA SOLDATI

Por una vez, sólo una vez, un intento de imaginarse sin piel, para ver qué hay debajo, para ver si hay alguna diferencia entre humanos, si alguno no tiene músculos, arterias, venas, huesos, pulmones, corazón...
Por una vez, y sólo una vez, imaginarse que la estatura de todos es la misma, alta o baja o mediana, pero la misma, sin diferencias de mirar a los demás ni desde arriba ni desde abajo, sino a la par. A los ojos.
Y por una sola vez el intento de imaginar que todos tenemos que tener las mismas oportunidades como dijo Ghandi.
"Considero que todos los hombres somos iguales. 
Con eso entiendo que se nos debería brindar la misma oportunidad. 
Pero no hemos nacido todos con la misma capacidad". 
Gandhi.
Y los más capaces para matemáticas para lo que requiera la mátemática.
Y los más capaces para curar como los médicos, para quienes estén enfermos.
Y los más capaces para hacer cumplir con la básica oportunidad de una vida digna:
techo para vivir, ropa para abrigarse, comida para alimentarse , educación y salud, y estar en paz, entonces a gobernar.
Los que fomentan la violencia del pobre contra el pobre y desoyen las necesidades de todo ser humano sea del país que sea y de la raza o religión o idea política que tengan, ese, no merece estar en el lugar de gobernante ni de funcionario público.

Ese o esos tienen sobre sus espaldas 5 muertos y más de 30 heridos en Villa Soldati. Tienen las manos manchadas de sangre.
Cuando los veas por los medios de comunicación, por una sóla vez, o más, mirálos más allá de las apariencias pulcras y bien vestidos.
Fijate bien, están más ensangrentados que los muertos y heridos.
Están todos manchados de sangre. ...