martes, 3 de agosto de 2021

 Yo no soy la ùnica que...


Escuchando el cuento corto de Ana Marìa Shua, Un hombre sueña que ama a una mujer,  suelta una carcajada por el ingenio y tal vez, sòlo tal vez, la intuiciòn sobre que es posible.


Un hombre sueña que ama a una mujer. La mujer huye. El hombre envía en su persecución los perros de su deseo. La mujer cruza un puente sobre un río, atraviesa un muro, se eleva sobre una montaña. Los perros atraviesan el río a nado, saltan el muro y al pie de la montaña se detienen jadeando. El hombre sabe, en su sueño, que jamás en su sueño podrá alcanzarla. Cuando despierta, la mujer está a su lado y el hombre descubre, decepcionado, que ya es suya.

lunes, 2 de agosto de 2021

Resucitando en plena pandemia.

Sin ninguna expectativa, encontrando en un cuaderno todo lo relativo al ingreso al blog, hoy estoy escribiendo para mi misma.

Una de las cosas sorprendentes es que aquí te dan las estadísticas de las 

entradas de todo el mundo y si bien no son muchas, las que hay mayormente son 

de Suecia.    ¿¿¿???

¿Qué buscarán los suecos en una página que está congelada y en la otra punta de su mapa?

En fin, cosas veredes Sancho que non crederes.

Veremos cómo sigo en esto.

La pandemia aún no me alcanzó en lo físico, sí en todo lo demás. Como a millones.

Así que los recursos para soportar todo empezaron a reavivarse. 

La escritura es una salvación en mi caso.

La música otra.

Sabina y sus Peces de Ciudad y todo su repertorio, con su poesía hecha 

canciones, tienen mucho que ver con que no esté tan del tomate.

Seguiré 

¿Seguiré?



Mario Benedetti


 Memorandum 


Uno llegar e incorporarse al día  
dos respirar para subir la cuesta
tres no jugarse en una sola apuesta
cuatro escapar a la melancolía.

cinco aprender la nueva geografía
seis no quedarse nunca sin la siesta
siete el futuro no será una fiesta
y ocho no amilanarse todavía.

nueve vaya a saber quien es el fuerte
diez no dejar que la paciencia ceda
once cuidarse de la buena suerte.

Doce guardar la última moneda
trece no tutearse con la muerte
catorce disfrutar mientras se pueda.